Muchas
veces nuestra música es nuestro mejor compañero: el que nos
acompaña en los momentos difíciles, en nuestro momentos más
alegres , etc..
Pero
de estos casos cuando más lo utilizamos es cuando estamos tristes,
ya que muchas canciones hablan de las emociones que sentimos en ese
momento y nos sentimos identificados con esta y sentimos que no
somos los únicos que sentimos esta sensación.
Por
eso usamos la música como una vía de escape o un paréntesis en
nuestra vida, algo que nos ayuda a salir de la rutina y poder
desconectar, irnos a nuestro mundo donde todo esta bien y no hay
nada ni nadie que pueda molestarte o hacerte daño. También,
tenemos que tener en cuenta, que al igual que cada joven tiene
personalidades y gustos respecto al vestuario y a muchísimas cosas
más, a cada uno le gusta un tipo de música y por eso le lleva a
tener una personalidad distinta.
Según
los estudios realizados en diferentes revistas para adolescentes, se
ha comprobado que la mayoría de ellos, están enganchados a los
auriculares casi las 24 horas. Seguro que hay por ahí alguna
Confusilla que no se separa de su iPod! ?¿ :) Ya sea para salir a la
calle, peinarse, pintarse, correr por el parque … etc No son pocos
los padres que se desesperan porque sus hijos están todo el día en
su Mundo pensando en los pajaritos. Hemos llegado hasta a un punto,
que hasta para estudiar y así poder concentrarnos, necesitamos un
poco de música.
Por
eso, tienes que tener en cuenta que:
-Bajar
el volumen: No usar los reproductores con más de 85 decibelios.
-Limitar
el tiempo: NO superar las 2 horas de uso continuado.
-Cuidar
los aparatos de música: para que estén en buenas condiciones.